Editorial
El de Charo es un caso ilustrativo de nuestros días. Esta mujer con dos hijos de cinco y tres años será expulsada por tercera vez de la vivienda que habita. Ha intentado que Bankia le permita continuar viviendo por un alquiler social, pero su petición no ha sido atendida. El primer desahucio fue en 2010, el segundo en abril de 2014 de un piso del Alto de Extremadura. No hay respuesta a su necesidad y a su derecho de un hogar. Da igual que todos los españoles tengan derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada, como ordena el artículo 47 de la Constitución española, porque en verdad los poderes públicos no hacen nada para hacer efectivo este derecho. Medio millón de desahucios desde que empezó la llamada crisis.
Mientras tanto, desde todas las instancias del gobierno del Partido Popular se insiste una y otra vez que este país ha superado la crisis, de nuevo hay crecimiento, avanza la recuperación e incluso se tiene la osadía de afirmar que España es ahora locomotora del crecimiento de Europa. Lo que demuestra una vez más que no hay peor ciego que el que se niega a ver.
Y eso ocurre cuando el BCE pretendía negar liquidez a los bancos griegos en una indecente e inaceptable actuación hace unos días, la Unión Europea chantajea al gobierno griego de Syriza para que acepte otro rescate (es decir, más contrarreformas que sufrirá el pueblo griego) y el poder económico y político alemán se enroca y quiere chupar aún más la sangre de Grecia. ¿De verdad alguien puede creer que la Unión Europea superará realmente la llamada crisis sin tener en cuenta los derechos y las necesidades perentorias de la ciudadanía?
Cada día que pasa es más obvio que necesitamos una Unión Europea, pero otra que no se parezca en nada a la actual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario