Cambio de sistema

Cambio de sistema

viernes, 28 de febrero de 2014

La privatización de Bankia



La culminación del expolio a los ciudadanos


El Estado ha anunciado la colocación del primer paquete de acciones de Bankia, un 7,5% del capital, entre grandes inversores institucionales (bancos, fondos de inversión y de pensiones)[1]. Se trata del pistoletazo de salida para deshacerse de una entidad bancaria que ha requerido, hasta diciembre de 2013, ayudas públicas por más de 147 mil millones de euros.

 
Elaboración propia a partir de datos de Banco de España, FROB, Tesoro y FAAF

Las acciones vendidas tenían un valor en bolsa el 27 de febrero de 2014 de 1.365 millones de euros ya que el título ha iniciado una desenfrenada carrera alcista hasta los 1,58 euros[2]. El Gobierno ha sido incapaz de resistir la tentación de lanzar un mensaje triunfalista, transmitiendo la idea de un rescate exitoso de la entidad y de una rápida recuperación del dinero público utilizado en su saneamiento. Nada más lejos de la realidad.
Un simple vistazo a la operación nos muestra el alto calado electoralista y sin bases reales de este nuevo acto publicitario a costa de los intereses de los ciudadanos. Porque, aunque difunda la idea de que, privatizando la entidad, los ciudadanos recuperamos los fondos públicos utilizados y nos liberamos del riesgo que estamos garantizando, esto es radicalmente falso. Los fondos que se obtendrán en la colocación acelerada supondrán un 5% del dinero inyectado en capital y un misérrimo 0,6% del riesgo total que seguirá asumiendo el Estado después de la operación[3].

 Elaboración propia a partir de datos de la entidad, Banco de España, FROB, Tesoro y FAAF

Había mucha prisa en iniciar el proceso de privatización y esto tendrá consecuencias negativas para todos, excepto para los que se lucrarán con la operación. BFA-Bankia no vale más en bolsa porque tenga beneficios. De hecho, si se excluyen los resultados extraordinarios obtenidos en 2013 y realizase las provisiones adecuadas a los riesgos crediticios que mantiene, el grupo al que pertenece Bankia habría presentado pérdidas[4]. El precio de las acciones se ha disparado[5] un 185,2% con respecto a los mínimos de junio de 2013 por la operación de “calentamiento” del valor realizado por los bancos de inversión[6] encargados de la colocación, ayudados por una realidad incuestionable: Hasta ahora, había muy pocas acciones en disposición de ser vendidas ya que el Estado tenía la mayoría de los títulos pero el resto estaban en manos de accionistas estafados con grandes pérdidas latentes o antiguos poseedores de preferentes que tampoco han puesto a la venta sus títulos de forma generalizada[7].

Si BFA-Bankia tiene problemas en el futuro, el Estado tendrá que hacer frente a las garantías prestadas[8], a los depósitos inferiores a 100.000 euros por titular[9], a los créditos fiscales monetizables[10] por la entidad y a los préstamos que el Banco Central Europeo le ha concedido[11]. Pero después de que el Gobierno eluda su responsabilidad de gestionar la entidad y se deshaga de Bankia, los beneficios que pueda obtener la entidad privatizada irán a bolsillos que no son los que la sostienen realmente, los de todos los ciudadanos. 

Una vez más, las élites socializan las pérdidas, nos dejan el riesgo y la incertidumbre de la futura gestión y privatizan los beneficios. Negocio redondo… para ellos.



Elaboración propia a partir de datos de la entidad, Banco de España, FROB, Tesoro y FAAF



[1] El Estado poseía el 68,4% de Bankia a través de BFA. Después de vender el 7,5% del capital planea deshacerse de otro 10,9% en los próximos meses sin perder por ello la mayoría accionarial y el control.
[2] El precio al que el FROB venderá este primer paquete de acciones contemplará un descuento respecto al cierre de mercado antes de la venta. Además incluirá el compromiso de no vender más títulos en los próximos 90 días para evitar un derrumbamiento del precio de las acciones. En concreto, ha colocado las acciones a 1,51 euros cada una.
[3] El Estado solamente recuperaría el capital inyectado en la entidad si vende sus acciones de media a 2,85 euros por título (un 90% más que el precio de cierre del 27 de febrero de 2014). Pero incluso si las acciones alcanzaran ese disparatado precio, que supondría valorar a Bankia en más de 3 veces su valor contable, el Estado seguiría asumiendo enormes riesgos en la entidad como se puede ver a continuación.
[4] http://matoeconomia.blogspot.com.es/2014/02/desmontando-goiri.html
[5] http://matoeconomia.blogspot.com.es/2014/01/burbuja-la-vista-en-bankia.html
[6] Goldman Sachs y Rothschild han sido los bancos contratados por el FROB para la privatización.
[7] Los que no quieren ver lo que hay detrás de esta operación, decían también que la oferta pública de salida a bolsa de Bankia era un gran negocio en 2011. Las denuncias que se hicieron de la manipulación contable de los balances de la entidad, fueron claramente superadas por lo ocurrido. La realidad superó los peores escenarios que imaginamos.  http://matoeconomia.blogspot.com.es/2013/09/bfa-bankia-que-hay-detras-del-discurso.html
[8] BFA-Bankia tiene emisiones avaladas por parte del Estado pendientes de vencimiento por un importe de 21.136 millones de euros según datos del Tesoro Público.
[9] A 31 de diciembre de 2013, se estima que Bankia tendría depósitos inferiores a 100 mil euros por titular por valor cercano a los 76 mil millones de euros. Dado que el Fondo de Garantía de Depósitos sigue estando en situación de quiebra técnica, garantizar este importe recae de forma directa en el Estado. Se trata de un pasivo contingente para las Administraciones Públicas según indican los propios informes del Banco de España.
[10] BFA-Bankia estima que posee 6.957 millones de euros en activos fiscales susceptibles de ser exigidos a la Hacienda Pública si la entidad tiene pérdidas en futuros ejercicios.
[11] Aunque BFA-Bankia ha reducido su dependencia del Banco Central Europeo desde el rescate del que se ha beneficiado la entidad, a cierre de 2013 la entidad tenía todavía más de 58 mil millones de euros procedentes de esta vía de financiación. En caso de dificultades en su devolución, además de las garantías depositadas por la entidad, el Banco de España es el primer obligado a responder de esta cantidad.

El dilema de la izquierda europea



Reformar el capitalismo o luchar por el socialismo
Aportación a la Asamblea Programática sobre Europa, de Izquierda Unida

 Alberto Arregui, Laura Ruiz, Javier Jimeno, Carlos Sánchez Mato y Jordi Escuer

"Quien a los 20 años no sea revolucionario no tiene corazón, y quien a los 40 lo siga siendo, no tiene cabeza", decía el conservador Winston Churchill. Sin embargo, aunque nos acusen de haber perdido la cabeza, cuando hablamos de una alternativa para Europa, no hay propuesta más cuerda, más sensata, más racional, que el socialismo. La izquierda revolucionaria no necesita explicar a la clase trabajadora europea cuáles son las consecuencias del capitalismo, ya las conoce porque las sufre todos los días. Nuestro reto es levantar una alternativa, demostrar que es posible una sociedad que garantice el pleno empleo digno, la sanidad y la educación públicas, la atención a los dependientes, los derechos democráticos y el respeto a la naturaleza. Y nuestra respuesta a la bancarrota del capitalismo es unir la pelea por nuestros derechos a la lucha por el socialismo. 
Cuando empezó la crisis, asustados ante sus posibles consecuencias sociales, el también conservador Nicolás Sarkozy llegó a hablar de la necesidad de reformar el capitalismo[1]. Al ver que la revolución no asomaba por ningún lado, se aprestaron a seguir haciendo lo mismo de siempre. No es de extrañar, pues, enfrentados a la crisis, los grandes partidos socialistas demostraron carecer de alternativa al capitalismo, y ellos mismos se pusieron a aplicar una política de recortes en toda línea. Pero no se debería confundir a estos dirigentes con la propia clase trabajadora. La falta de alternativa puede retrasar la revolución social, pero no la evitará.
Por eso, la prioridad de IU y de toda la izquierda transformadora, es levantar una alternativa audaz. No para coger en nuestras manos la tarea que proponía “Sarko”, reformar el capitalismo, sino para defender la necesidad de superarlo, de acabar con él.
Las elecciones europeas suponen una ocasión de oro para explicar qué política debería aplicar un gobierno de izquierdas mañana mismo, si tuviera el apoyo suficiente. Debemos perder el miedo a hablar de socialismo, pues sólo si lo defendemos puede conquistar ese apoyo en la sociedad.

No vamos a aplicar las políticas ajuste de la UE
Nuestro programa para Europa es la prolongación lógica de nuestro programa de Gobierno en el Estado español, es una parte inseparable. Nuestra propuesta es europea e internacionalista, porque sólo a escala europea y mundial es posible dar una salida definitiva a los problemas que se plantea la clase trabajadora. Sin embargo, no podemos esperar sentados a que todo el mundo se transforme, sino que debemos empezar por nuestra propia casa, para impulsar con nuestro ejemplo el cambio en Europa y a escala internacional.
Estas elecciones deberían ser la antesala de la derrota del PP, en el caso del Estado español, y del inicio de la creación de una verdadera alternativa de izquierdas transformadora, capaz de evitar que se repita lo sucedido con Felipe González y Rodríguez Zapatero, quienes por su falta de alternativa real, decepcionaron las ilusiones de millones de trabajadores y abrieron la puerta a la victoria de la derecha.
Hoy, en mitad de una crisis histórica del capitalismo, no está de más recordar aquellas palabras de González, haciendo suya otra cita de Churchill: “el capitalismo es el menos malo de todos los sistemas posibles”. Al abandonar formalmente el socialismo, González sin duda fue razonable a los ojos de la clase dominante, pero allanó el camino del PP e integró a su partido en el sistema. Así, hemos podido ver al PP y al PSOE de la mano reformando la Constitución, para garantizar el pago a los bancos a costa del gasto social. Aquellos polvos, trajeron estos lodos.
IU defiende en Europa la supresión de todas las medidas de recorte del gasto social y de los derechos laborales promovidas por la Comisión Europea, y que con tanto entusiasmo están aplicando todos los gobiernos. Reclamamos la derogación del Tratado de Lisboa, así como del Pacto del Euro. Pero eso implica nuestro compromiso de que, si la clase trabajadora nos da el apoyo suficiente en las próximas elecciones generales, IU derogará en el Estado español todas las medidas de recorte aplicadas por el PP a instancias del Memorándum de acompañamiento al rescate bancario y del Pacto del Euro.
Igualmente, debemos dejar meridianamente claro, que no formaremos parte de ningún gobierno que acepte dichos corsés y que mantenga una política de recortes aunque sean “suavizados”. No podemos colaborar con la política “del mal menor” porque sí hay alternativa.
Frente a la actual Unión Europea, abogamos por una verdadera Europa de los Pueblos. La derrota de la derecha en todo el continente, en la urnas y en la movilización, debe abrir un proceso constituyente que sustituya a la actual Unión, hoy al servicio de las multinacionales y la banca, por una verdadera unión de carácter federal, democrática y socialista, una unión voluntaria de los pueblos de Europa, que reconozca el derecho de autodeterminación. Nuestra propuesta europea está en consonancia con la que hacemos para el Estado español: derrotar a la derecha para abrir un proceso constituyente, que sancione un cambio social y garantice nuestros derechos sociales y libertades democráticas, algo que sólo es posible con un Estado federal, republicano, democrático y socialista.

Ofensiva por los derechos de los trabajadores en toda Europa
Hasta ahora Europa ha sido un proyecto de las élites. Las élites económicas y políticas son quienes han ganado con la Europa que nos han impuesto, mientras que la clase trabajadora ha sido la gran perdedora de la integración europea.
Es imprescindible impulsar con nuestras propuestas la lucha del movimiento obrero en toda Europa. Para ello es fundamental que los principales sindicatos de clase abandonen la política del Pacto Social trabajadores-capital y unan la lucha por los derechos laborales a la lucha por la transformación socialista de la sociedad. Es la única forma de romper con la política del “mal menor”, que se está revelando como la política de la desmovilización por falta de alternativa. La época dorada del pacto social no volverá.
Como decía Rosa Luxemburgo:No existen dos luchas distintas de la clase obrera, económica una y política la otra, sino una única lucha de clases, que tiende simultáneamente a la disminución de la explotación capitalista dentro de la sociedad burguesa y a la abolición de la explotación junto con la sociedad burguesa.[2] 
No es posible hacer una política que beneficie por igual a la clase capitalista y a los trabajadores. Sus intereses son antagónicos por la sencilla razón de que el capitalismo obtiene sus ganancias mediante la explotación de los trabajadores y a la Naturaleza. De ahí, el trasvase brutal de renta que se está produciendo de los asalariados a la burguesía y el creciente expolio de los recursos naturales. Una política de izquierdas implica invertir ese proceso y encontrará siempre la oposición frontal del capital, de las grandes empresas en particular.
Europa es un paraíso para la explotación de los trabajadores por las multinacionales. No solo de los trabajadores directos, sino de los millones de trabajadores de la industria auxiliar que trabaja para éstas. Dado el amplísimo abanico de costes salariales, y la variedad de legislaciones laborales existentes, la multinacionales pueden diversificar sus producciones por países estableciendo un competencia a la baja en las condiciones laborales.
En el lenguaje de los directivos de estas multinacionales es común hablar de países de alto o bajo coste, y determinar las inversiones en función de ello. Por ejemplo, los aspectos más relacionados con la investigación y desarrollo se mantienen en los países más industrializados, mientras que la producciones más intensivas en mano de obra se trasladan a países con salarios bajos.
Frente a esta realidad, el internacionalismo es más importante que nunca, empezando por la unidad en la lucha de los trabajadores europeos. Si los trabajadores alemanes permiten la explotación de los trabajadores españoles, están tirando piedras sobre su propio tejado y viceversa. Las multinacionales chantajean a los empleados de sus propias factorías en diferentes países, enfrentándolos unos a otros. Ford cierra una factoría en Bélgica con 4.300 trabajadores y traslada la producción a la de Almussafes, en Valencia, después de imponer unas condiciones de explotación más intensas a su plantilla, con una reducción de los “costes salariales” gracias a medidas como que los nuevos contratados ganen un 25% menos que el resto de la plantilla. El director de Fabricación de Ford España, Antonio Adés, había declarado en marzo del año 2012 que habría que reducir  las vacaciones de los trabajadores ya que, en su opinión, "son excesivas" y añadió: "Habrá que trabajar más por menos".
No debemos aceptar el “sálvese quien pueda” y por eso la lucha, para ser efectiva, también tiene que coordinarse a escala internacional. Si no, los trabajadores acaban enfrentados entre ellos por las migajas, a ver quién acepta más sacrificios, en un circulo vicioso.
Al fin y al cabo, los trabajadores de todas las naciones de la Unión tenemos mucho más en común entre nosotros que con nuestras respectivas clases dominantes. En todos los países crecen las luchas y movilizaciones contra las políticas de ajuste. Es imprescindible plantearse la movilización a escala europea, incluida la convocatoria de huelgas generales continentales. Pero para que exista una unidad sindical y política en la lucha es imprescindible un programa común, cuyas líneas generales serían:
1)     Una jornada laboral máxima europea de 35 horas semanales, como primer paso para una política de reducción general de la jornada laboral, sin reducción salarial.
2)     Un salario mínimo europeo equivalente al 60% del Salario medio de cada Estado, como establece la Carta Social Europea.
3)     La jubilación a los 60 años, como máximo en todos los Estados europeos, con pensiones como mínimo equivalentes al SMI que reclamamos.
4)     Una Renta Básica Europea para todos aquellos trabajadores que carezcan de empleo y hayan agotado sus prestaciones por desempleo.
5)     La Sanidad, la Educación y la Dependencia, deben ser públicas, gratuitas e universales en toda Europa.
6)   Hay que luchar por que los representantes de los trabajadores en las multinacionales puedan participar en los procesos de reconversión industrial y deslocalización, con un poder efectivo de negociación. Actualmente la legislación europea reconoce formalmente la existencia de Comités Europeos pero estos sólo pueden recibir la información sobre las decisiones consumadas de las multinacionales.
7)     Libre acceso y medios para visitar todos los centros de trabajo por parte de los miembros de los comités europeos. Posibilidad de reuniones entre los representantes de los trabajadores en las empresas afectadas por reconversiones.
8)     Capacidad de bloquear deslocalizaciones en multinacionales con beneficios.
9)     Un accidente laboral o enfermedad profesional es igual se sea español, alemán, rumano o polaco. Una única legislación sobre salud laboral y prevención de riesgo para todos los países europeos.
10) Reconocimiento pleno del derecho a huelga, incluidas las de carácter político y de solidaridad en todos los países de Europa, y también el derecho a convocar huelgas de carácter europeo.

La deuda no se puede pagar
Estas reivindicaciones van indisolublemente unidas a una propuesta de transformación socialista de la sociedad, que brinde los recursos necesarios para hacerlas realidad. Lo primero que debemos plantear es que no es posible desarrollar políticas de izquierdas en Europa, ni en el Estado español, si no se corta radicalmente con la enorme deuda generada durante las últimas décadas y, en especial, con la enorme deuda pública acrecentada durante la crisis. Las finanzas de los países de la UE están todas hipotecadas, en mayor o menor medida, a consecuencia de las ingentes ayudas millonarias a los bancos para evitar su quiebra. El propio Banco Central Europeo ha prestado una enorme suma de dinero a bajísimo interés a los bancos, sin la cual, se habrían visto abocados a la quiebra[3]. De ese dinero responden todos los Estados. Es decir, si los bancos privados no pudieran pagar esas sumas, las consecuencias recaerían sobre el erario público[4].
Mientras las entidades bancarias son rescatadas con dinero público, a los Gobiernos les está prohibido recurrir al Banco Central, con lo que los grandes beneficiados son las entidades financieras privadas que reciben dinero a bajísimo interés y luego se lo prestan a los gobiernos[5]. Una parte sustancial de los beneficios de la banca española provienen ya de los diferentes títulos de deuda soberana que tiene. En el período 2000-2013, las Administraciones Públicas han pagado 141 mil millones de euros más de gastos financieros que los que hubieran pagado financiándose directamente desde el BCE. En concreto, desde 2008 el sobrecoste supera los 100 mil millones de euros. En 2013 hemos pagado de más, una cifra similar a la que el Estado ha dedicado a prestaciones por desempleo (29.000 millones de euros).
Cuanto más se endeuda el Estado, más ganan los bancos y más se recorta el gasto social. La única forma de romper este círculo vicioso es la declaración de una moratoria inmediata del pago de la deuda, para realizar un auditoría que establezca qué deuda es ilegítima y, por tanto, no se paga forzando una quita de la misma.
Pero eso no sería suficiente. Además, es necesario sanear la situación del sistema financiero, realizando una auditoría pública del mismo que permita conocer su situación real y que la factura la paguen accionistas y acreedores, y sólo en último lugar, el erario público y los depositantes.

Hay que nacionalizar la banca
Pero no se trata de “sanear” los bancos hoy para que dentro de unos años nos encontremos en la misma situación. Una de las principales lecciones de esta crisis es que la gestión de los ahorros de la sociedad no puede dejarse en manos privadas. Su peso económico es tan grande que, si están en manos privadas, son ellos los que acaban determinando las políticas de los Estados[6]. La competencia por el máximo beneficio, independientemente de cuantos controles públicos podamos poner, conllevará nuevas crisis y desastres sociales.
Por todo eso, es necesaria la nacionalización de las principales entidades bancarias, todas ellas dependientes para su funcionamiento del apoyo del erario público. Eso permitiría tanto la reducción ordenada de un sistema financiero hipertrofiado, así como convertirlo en un pilar fundamental de una planificación democrática de la economía. Eso iría unido a la refundación del Banco Central Europeo en una entidad sometida al control democrático y cuya actuación sería presidida por el interés social general.
IU debe defender esa medida a escala europea, pero además, debe comprometerse a ponerla en práctica si tiene oportunidad de formar gobierno en el Estado español. No sería posible una política de izquierdas con la banca en manos privadas, pues el erario público estaría hipotecado por las mismas.
No debemos  temer plantear la nacionalización de la banca, pues nunca habíamos contado con un ambiente social más favorable a estas ideas. La expresión en el sector financiero de la grave crisis de sobreproducción capitalista, ha puesto al descubierto ante millones de personas el verdadero carácter de la clase dominante capitalista, una pandilla de parásitos inútiles que roban a manos llenas el fruto del esfuerzo de las familias trabajadoras. Quizá el concepto de plusvalía queda fuera del alcance de las masas del pueblo, pero todo el mundo entiende que los banqueros son sanguijuelas que viven de la sangre del pueblo trabajador.
El sector financiero no puede estar en manos privadas, la solución de nuestros problemas es incompatible con la existencia de un sector financiero privado, el sector bancario debe ser público. Es la única forma de evitar las devastadoras consecuencias del gigantismo al que tiende el sistema financiero y de la canibalización que el mismo realiza de la economía real.

El problema es el capitalismo
Con la intervención del sector financiero, pondríamos en manos públicas la mayor parte de las grandes empresas. Si a eso unimos la nacionalización de sectores estratégicos, como la energía y el transporte, los latifundios y el suelo urbano, entonces sí tendríamos los recursos para una planificación democrática de la economía en función de las necesidades sociales, y de forma respetuosa con la Naturaleza. Basta esgrimir los mismos argumentos que hemos empleado para reclamar la nacionalización de las compañías energéticas: “preservar el interés general frente a los oligopolios privados”.
A partir de ahí, un gobierno Europeo o en el Estado español, estaría en condiciones de satisfacer el derecho a una vivienda digna, a un empleo en condiciones, una sanidad y una educación públicas decentes…
Un gobierno de izquierdas que no parta de dichas medidas políticas, estará condenado a administrar el reparto de la miseria. No existe una “tercera vía” entre el capitalismo y el socialismo. Durante décadas lo han intentado los partidos socialdemócratas para acabar aplicando similares políticas económicas que la derecha, como atestiguan las experiencias de Schroeder en Alemania o la de Rodríguez Zapatero en el Estado español.
La crisis es el resultado de una determinada forma de sociedad, la capitalista, no de un determinado modelo productivo de desarrollo capitalista, sino del modo de producción, de las relaciones de producción. O dicho en su forma jurídica, las relaciones de propiedad, mediante las cuales una minoría ridícula de personas controla la mayoría de los recursos y determina la producción, el consumo y la distribución.
Ni los recursos productivos ni las personas son capital, éste es una relación social determinada que se caracteriza porque dichos medios son propiedad de una minoría, lo que le permite explotar a la mayoría, la cual no tiene otra opción que vender su fuerza de trabajo, física e intelectual, para poder vivir. Por tanto, la economía puede funcionar de forma muy distinta si cambiamos esas relaciones de propiedad y el correspondiente modo de producción que dominan nuestra sociedad. La experiencia ha demostrado que suministrar agua o atender la salud se hace desde el sector público mejor que desde el privado. Pero eso es extensible a todos los grandes sectores económicos. Hay recursos más que suficientes para que todas las personas tengan derecho a una existencia digna, el único obstáculo que lo impide se llama capitalismo.
Es imposible lograr una cooperación en beneficio mutuo entre los Estados en una Europa capitalista, que necesariamente conlleva el crecimiento de las desigualdades entre las clases y la competencia entre países, con el consiguiente aumento de los desequilibrios. Sólo en un sistema basado en la propiedad pública de los grandes medios de producción y en una planificación democrática de la economía, es posible hacer realidad esa cooperación entre los pueblos de Europa. En otras palabras, debemos defender una Europa socialista y democrática si queremos resolver los problemas que se plantea nuestra sociedad.
No estamos ante una lucha por “reequilibrar la renta”, se trata de ellos o de nosotros. Incluso la supervivencia de la Tierra como planeta habitable es incompatible con el capitalismo. La Historia brinda oportunidades excepcionales, pues sólo una situación que permite el cambio en la conciencia de millones de seres humanos, tal como se está produciendo ante nuestros ojos, permite la oportunidad de cambiar su rumbo. Esa es nuestra lucha, para esa gigantesca tarea socialista hemos construido Izquierda Unida.

27 de febrero de 2014


[1] “Sarkozy defiende una reforma "urgente" del capitalismo”. El expresidentes francés decía: “La crisis no es el del capitalismo sino de un sistema que fue progresivamente dando prioridad al especulador sobre el emprendedor". http://www.publico.es/dinero/185297/sarkozy-defiende-una-reforma-urgente-del-capitalismo.
[2] (Rosa Luxemburgo: Huelga de masas partido y sindicatos)
[3] El Banco Central Europeo ha facilitado ingentes cantidades de dinero a las entidades bancarias europeas para proveer de liquidez a las mismas con operaciones de préstamo (LTRO) ya que eran incapaces de obtener financiación por sus propios medios. En el momento más crítico para el sistema bancario europeo, julio de 2012, el BCE llegó a prestar 1,23 billones de euros (402 mil millones de euros a las entidades bancarias españolas). Aunque el recurso a esta ventanilla blanda se ha reducido, en diciembre de 2013 todavía el sistema bancario adeuda 718.407 millones de euros al BCE (206.760 millones de euros las entidades españolas)..
[4] De hecho, las entidades bancarias españolas adeudan los fondos prestados al Banco de España que es quien figura como deudor frente al BCE. Así figura en las estadísticas de la deuda externa de la economía española publicadas por el Banco de España.
[5] El sobrecoste soportado en 2012 por las Administraciones Públicas superó los 25.000 millones de euros, es  decir, la tercera parte del déficit excluido el coste del rescate bancario.
[6] El sector bancario europeo en su conjunto es “demasiado grande para quebrar”. Los activos de los bancos superan el 350% del PIB de la Unión Europea. Únicamente con la quiebra de uno de las 30 entidades de mayor tamaño causaría el colapso del conjunto del sistema financiero. Hasta septiembre de 2011 (últimos datos publicados por la Comisión Europea) los gobiernos de la UE habían aprobado ayudas públicas para el sistema bancario por un importe de 4,5 billones de euros entre inyecciones de capital, garantías, adquisición de activos y medidas de liquidez. A esto hay que añadir los préstamos del Banco Central Europeo lo que situaría los auxilios aprobados en más del 45% del PIB de la UE.

jueves, 27 de febrero de 2014

Ni actitud, ni aptitud

Programa de radio ECONOMÍA DIRECTA
Colectivo Burbuja

Hoy hablamos sobre la actualidad en los mercados internacionales y los negros augurios que comienzan a acumularse; sobre la recuperación estadounidense, que podría estar siendo más tibia de lo que originalmente algunas fuentes esperaron; sobre los problemas solvencia bancaria que apunta el FMI en su último informe; sobre el informe de la OCDE que pide más ajustes laborales; sobre las presiones deflacionarias que en EEUU y Europa y, finalmente, sobre los tejemanejes de la banca a la hora de informar sobre su situación. Con Luis Riestra, Antonio Espín y Carlos Sánchez Mato. Conduce Juan Carlos Barba.

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viernes, 21 de febrero de 2014

NO AL TRATADO DE COMERCIO E INVERSIONES USA-UE

Regulación financiera, deuda y capital financiero

La actual crisis económica ha puesto de manifiesto la insuficiencia de la
normativa regulatoria sobre el sector financiero.
Porque regulación ha existido en el pasado y en el presente, pero la
existencia de la misma no ha evitado devastadoras crisis financieras que
siempre se ha resuelto salvando a las élites financieras a costa de enormes
quebrantos para los ciudadanos.
Después de cada experiencia negativa, los gobiernos dicen haber entendido el
mensaje, pero los hechos no lo demuestran…

¿Por qué y en qué han fallado los mecanismos reguladores?

La liberalización del sector financiero y de los movimientos de capitales ha
provocado una profunda inestabilidad. La enorme expansión de la
intermediación financiera, alejándose progresivamente del papel de
intermediación entre el ahorro y la inversión, ha alcanzado elevadísimas
dosis de complejidad. Sin embargo, cuando se producen crisis, éstas no se
circunscriben al ámbito del "casino financiero" sino que arrastran a la
economía real al abismo.
Los mecanismos reguladores que debían haber protegido a los ahorradores,
supervisando la forma de actuar de las entidades financieras, han demostrado
palpablemente su inoperancia.
Las consecuencias de los enormes riesgos contraídos por los defensores de la
liberalización y la desregulación financiera han terminado siendo pagados
por el conjunto de la ciudadanía.
Los organismos reguladores, han mostrado claramente que han estado y están
al servicio de las élites financieras. No es raro, los que hoy están en
ellos ejercieron funciones de responsabilidad al frente de grandes bancos y
volverán a ellos después legislar en su favor. No son fallos de regulación,
saben lo que hacen.
Aún así, una regulación financiera al servicio de los ciudadanos podría ser
una poderosa herramienta democrática que actuara contra la hipertrofia de
las finanzas y protegiera los intereses generales en vez de actuar a favor
de los poderosos lobbies del sector.


¿Cómo afecta el Tratado a la regulación financiera?

A través del TTIP, la UE está proponiendo liberalizar y desregular todos los
sectores de servicios, incluidos los servicios financieros, a pesar de que
la desregulación y la competición del sector financiero fue precisamente la
raíz originaria de la crisis financiera actual que todavía afecta a las
economías de EEUU y la UE.

El sector financiero exige una mayor libertad de mercado y que se eliminen
todas aquellas regulaciones que pueden interponerse en el camino a los
potenciales beneficios – tales como las restricciones sobre el total del
valor de las transacciones financieras o la forma legal de sus operaciones –
las cuales protegen a los ciudadanos de futuros y costosos rescates
económicos.

El TTIP podría convertirse en el instrumento legal de los grandes bancos
para evitar o debilitar las regulaciones nacionales ya que va a incluir,
además, un capítulo para garantizar a los bancos el derecho legal a demandar
a gobiernos. De esta forma, bancos extranjeros podrían eliminar o debilitar
las regulaciones y normas legales y pedir compensaciones millonarias por las
pérdidas potenciales derivadas de las regulaciones impuestas.


Para ello…

El TTIP pretende limitar la cantidad, el alcance y la vigencia en el tiempo
de las regulaciones. En definitiva, "atar las manos" de gobiernos y
ciudadanos.
También demandan la inclusión de una cláusula de "transparencia regulatoria"
para acceder a los borradores de regulación y que, de esa forma, puedan
influir en su tramitación.
Además pretenden blindar toda una serie de productos y servicios financieros
complejos de restricciones establecidas por normas regulatorias futuras.


En definitiva…

El TTIP ejercerá de barrera de protección de los grandes bancos y empresas
financieras ante las futuras actuaciones reguladoras que los pueblos, a
través de sus gobiernos, puedan querer establecer en el futuro.
Seguiremos expuestos a las devastadores crisis financieras y sin capacidad
de reacción ante ellas.

La realidad y la palabra

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Editorial 

23 F. Contra el golpe a la democracia

Seguimos una semana más leyendo y escuchando la aparición de nuevas cuentas secretas de dirigentes del Partido Popular en Suiza sin que nada se tambalee; sin que nadie en el poder diga ¡basta! Desfachatez y ninguneo a la ciudadanía amparándose en tener una mayoría absoluta en el Parlamento. Las iniciativas de la izquierda en el Congreso de los Diputados (bastantes más de las que conocemos) no sirven para nada pues, según se formulan, son aplastadas por el rodillo de la derecha gobernante que, en muchas ocasiones, cuenta con la ayuda de algún que otro partido político muy cercano al Gobierno, aunque intente disimularlo...

Son imprescindibles y urgentes la exigencia de nuevas medidas contra este estado de cosas.

El polítólogo y miembro del comité científico de Attac Éric Toussaint insiste en que “los Gobiernos están directamente conchabados con los grandes bancos y ponen a su servicio los poderes y las arcas públicas. El oficio de la banca es demasiado serio para ser dejado en manos del sector privado, es necesario socializar el sector bancario (lo que implica su expropiación) y colocarlo bajo control ciudadano (de los asalariados de los bancos, de los clientes, de las asociaciones y de los representantes de los actores públicos locales)”.

Como deberían ser expropiados servicios básicos como el sector eléctrico que, según afirma Ladislao Martínez, seguirá subiendo en beneficio de las grandes compañías energéticas. Además, la última ocurrencia del ministro de Industria, Turismo y Energía, José Miguel Soria, abre ingentes posibilidades de fraude que difícilmente podrán ser detectadas y probadas. Y tampoco elimina posibles manipulación de los precios.

Son muchas las razones y los años de estafa capitalista por las que tenemos que salir a la calle el próximo domingo 23 de febrero con la Marea Ciudadana. Porque lo que está ocurriendo en España es un golpe de Estado en toda regla a la democracia. Te esperamos.

Y todo nuestro reconocimiento y apoyo a las vecinas y los vecinos de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) que no ceden en su lucha para evitar la privatización del agua. 

"Bancocracia": de la república de Venecia a Mario Draghi y Goldman Sachs

Éric Toussaint – Consejo Científico de ATTAC Francia

 

Desde el siglo XII hasta comienzos del siglo XIV, la Orden de los Templarios, presente en una gran parte de Europa, se convirtió en banquero de los poderosos. Contribuyó a financiar varias cruzadas. A comienzos del siglo XIV, ...

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electricidad  precio

Habrá nuevas subidas en el precio de la electricidad

Ladislao Martínez López - ATTAC Madrid

 

Los acontecimientos en el sector eléctrico desde finales de diciembre pasado se suceden de un modo vertiginoso. Primero se anunció una subida del 11% debido al sorprendente resultado de la última subasta CESUR de 2013. El ministro Soria, que anteriormente ...

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tiburon2

WTO (OMC) Un traje a medida para tiburones

Extracto del texto más extenso "Tailored for Sharks"

Por Mary Louise Malig, Transnational Institute

 

 Las normas de la Organización Mundial del Comercio ofrecen un trato más favorable a los 

tiburones que ...

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tiburones3

Los grandes tiburones extranjeros se forran con el Ibex 35

Sólo los diez mayores fondos ganaron dos millones diarios en 2013 en concepto de dividendos.

Vicente Clavero

 

Los grandes fondos de inversión y de pensiones extranjeros sacaron el año pasado una buena tajada a la Bolsa española. Sólo los diez fondos más grandes, que copan alrededor del ...


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renta  básica

Hay que garantizar la existencia material a toda la población

Daniel Raventós

 

Se ha recorrido un largo camino. El 5 de febrero de 2001, después de algunos contactos previos, unas pocas personas que cabían en un pequeño despacho de la ...

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privatización registro civil

Sobre la privatización de la gestión de los registros civiles

El proyecto de Gallardón es una privatización encubierta de un servicio público esencial.

Por Ramón Alvaré Malvar |

 

Se acaba de comunicar por el decano del Colegio de Registradores de la Propiedad que el Ministerio de Justicia ha adoptado ya la decisión de asignar a los registradores de ...

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nepotismo

Mayoría absoluta, nepotismo y corrupción

Un país basado en el nepotismo en lugar de en el mérito, en caciques y círculos de amiguismo, es caldo de cultivo para todo tipo de corrupciones e ineficacia. Es el sumidero por donde se van nuestro nivel de vida y nuestros derechos

Rosa María Artal - ...


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Darse de Baja