Cambio de sistema

Cambio de sistema

domingo, 13 de julio de 2014

¿Acaso alguna vez tuvimos soberanía monetaria?

13 de julio de 2014
Carlos Sánchez Mato

Cuando, ante la exacerbación de la pobreza, la desigualdad y el recorte
masivo de derechos en Europa provocadas por las políticas neoliberales, hay
posturas que defienden el abandono de la unión monetaria como solución para
los desequilibrios entre los países centrales y los de la periferia europea,
tengo la horrorosa sensación de que se simplifica el problema hasta
peligrosos límites.

No se puede negar el papel del euro en la generación de los desequilibrios
entre países europeos en la última década, pero otorgarle la responsabilidad
única y última de los mismos, supone darle un protagonismo que evita que
señalemos al verdadero culpable. Porque, si bien es cierto que la unión
monetaria ha sido una herramienta más de dominación del capital europeo para
imponer un modelo económico que nos ha situado ante el abismo, no se puede
considerar que la moneda única haya creado ninguna dinámica novedosa en el
proceso de expolio que no existiera en fases históricas anteriores.
De igual forma, aún siendo incuestionable que las vías de agua no resueltas
en 1999 provocaron la multiplicación del fenómeno de la deuda entre el
centro y la periferia, no debemos olvidar que eso únicamente ha supuesto el
retraso en el estallido del problema: la incapacidad del crecimiento
económico "sano" del sistema capitalista. Si no se hubiera producido el
proceso de integración europea que hemos conocido, seguramente los países de
la periferia continental se habrían encontrado antes con una realidad
similar a la que ahora tienen pero en ningún caso la habrían podido evitar.
¿O acaso pensamos que, sin entradas masivas de capital destinadas
mayoritariamente a cebar una burbuja inmobiliaria, los mercados financieros
habrían dirigido el capital a otros sectores productivos de la economía real
que generasen empleo para la población que lo demandaba?

Por eso, desde un análisis de esta compleja realidad, no podemos plantear
como primer y acaso único paso para afrontar el paro, el sobre-endeudamiento
privado y público y el déficit exterior, la de abandonar el corsé que supone
la vinculación con el euro. Sería tanto como aceptar, tal y como la mayoría
de los gobiernos europeos piensan, que las políticas monetarias tienen la
capacidad de resolver el problema. Su premisa, claramente errónea, es que,
inundando de dinero el sistema, se reactivará el ciclo económico. Esa ha
sido la práctica utilizada, en mayor o menor medida, pero como los bancos no
han saneado sus balances ni han reconocido sus pérdidas, es imposible que
puedan actuar como la ortodoxia económica plantea. De hecho, las sucesivas
rebajas del precio oficial del dinero, ni las inyecciones de préstamos
previstas en el marco de las medidas no convencionales que han realizado los
bancos centrales, no se han trasladado ni se trasladarán a la economía real.
El mecanismo de actuación de la política monetaria está roto y nos sitúa
ante la necesidad de identificar los profundos problemas del sistema
capitalista que no se resuelven solamente con expansiones fiscales o
mecanismos de compensación entre los países que tienen superávit comerciales
y los que quieren tenerlos.

De igual forma, salir de la unión monetaria y que los países utilizasen las
herramientas de política monetaria a su alcance, no resolvería ninguno de
los problemas que ya tenemos. En el caso concreto de España, la deuda, que
ya es insostenible, lo sería aún más si la convertimos en euros con una
peseta enormemente devaluada. La búsqueda de superávit comercial utilizando
el tipo de cambio como arma, dada la dependencia energética exterior
imprescindible no solo para consumo sino para insumos para bienes de
exportación, no mejoraría sensiblemente la inserción del país en la economía
mundial. Se exportaría más pero también las importaciones serían más caras,
sin olvidar que este tipo de medidas supondrían competir contra trabajadores
de otros países sin discutir de verdad quien genera el excedente y quien se
lo apropia. En definitiva, pensar que los ajustes y recortes sociales no se
hubieran producido si los países periféricos europeos hubieran tenido
"soberanía monetaria" es tanto como ignorar el verdadero alcance y las
carencias del sistema capitalista.

Y eso es así porque la brecha, más que entre países, es entre las élites y
los trabajadores europeos. ¿Acaso hemos olvidado que tenemos mucho más en
común con trabajadores de cualquiera de los países que detentan el poder en
Europa que con las clases dirigentes o con las élites financieras e
industriales del nuestro?

Estamos ante una crisis de sobreproducción, con elevadísimo nivel de
endeudamiento y con un sistema bancario mundial insolvente y en este
contexto, las políticas monetarias no estimularán el ciclo de
inversión-empleo-consumo y no conseguirán los objetivos perseguidos. Sin
una enorme quita de la deuda acumulada y una recapitalización masiva de las
entidades bancarias, es absolutamente imposible que sean eficientes las
políticas monetarias en el sistema capitalista.
Pero es que aunque esto ocurriera, no se solucionaría sin más el antagónico
interés entre los beneficiados por el actual statu quo y los explotados por
el mismo. Sin cambio estructural, el mecanismo de dominación llevará
inevitablemente a reproducir la situación. Por eso no debemos aceptar el
"sálvese quien pueda" y por el mismo motivo combatir la situación no puede
ir ligado a actuaciones nacionales a pequeña escala. Sólo puede ser efectiva
una salida a escala internacional, evitando enfrentarnos al problema
compitiendo con otros trabajadores por las migajas. Eso solamente nos
llevaría a un círculo vicioso en el que el egoísmo individual apuntalaría el
fracaso colectivo.

Por eso, la salida de la unión monetaria para adoptar una estrategia de
competir en los mercados internacionales en esta espiral destructiva, no
puede ser un anhelo para quien considere compañeros a los trabajadores
alemanes, franceses, brasileños o marroquíes. Además, no podemos olvidar las
consecuencias que el proceso supondría para la clase trabajadora y que se
traduciría en fuerte inflación que no podría ser compensada con incrementos
salariales en la misma medida, si se pretende conseguir la ventaja
exportadora. Por lo tanto, a corto plazo, la salida del euro dentro del
sistema capitalista global, no mejoraría los problemas de redistribución de
renta y podría suponer una profunda decepción que impidiera una transición
profunda hacia otro modelo de sociedad.

Esta crisis, una más, es el resultado de una determinada forma de sociedad,
la capitalista, no de un determinado modelo productivo de desarrollo
capitalista, sino del modo de producción, de las relaciones de producción.
Una minoría es ilegítimamente propietaria de la mayoría de los recursos y
determina la producción, el consumo y la distribución. Eso no cambiará por
estar o no estar dentro de la unión monetaria europea.

En definitiva, hablemos más de relaciones de propiedad y menos de recuperar
una soberanía monetaria que jamás tuvimos.

1 comentario:

  1. Sin banca central Nacional, bajo control del parlamento, y mientras los bancos comerciales sigan creando dinero de la nada mediante el préstamo (97% del circulante) no se cuestionan las relaciones de propiedad actuales, cuya primera manifestación es la moneda. La naturaleza del dinero es menospreciada en su discurso, sr Mato. El poder está donde se crea el dinero. Su nacionalización es un requisito para la democracia. Algo que no menciona ud en ninguna parte de su blog...al menos no lo he encontrado. Para declarar ilegítima una deuda no tienen uds en cuenta un factor más, consistente en como y por quien se ha creado esa deuda (de la nada, por un banco privado. De la nada, puesto que ellos no poseen los bienes o derechos que usan como aval).
    Le adjunto un programa de sus amigos de Colectivo Burbuja...Ampliando el Debate, sobre el dinero.

    http://www.ivoox.com/tomando-poder-dinero-soberano-ampliando-el-audios-mp3_rf_4375196_1.html

    Y el documento de Positive Money traducido al español por Jordi Llanos, de CB.

    http://www.dineropositivo.es/wp-content/uploads/2014/12/Creando-un-sistema-monetario-soberano.pdf

    http://www.dineropositivo.es/nuestra-propuesta/

    Le acabo de escuchar en el programa de hoy de Economía Directa, contando lo que se ha encontrado al llegar al ayuntamiento..Me ha impresionado mucho. Gracias por su honesto y valiente trabajo.

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