Cambio de sistema

Cambio de sistema

viernes, 25 de julio de 2014

Los movimientos contra la deuda en el Estado español

Autor Sergi Cutillas

Sergi Cutillas es economista investigador y activista del Observatori
del Deute en la Globalització (ODG). Participa activamente en la
Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD). Actualmente
realiza su tesis doctoral sobre modelos financieros alternativos en la
Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS) de la Universidad de
Londres, donde también forma parte del proyecto Research on Money and
Finance.



Desde el despertar de las plazas en 2011, la atmósfera política en el
Estado español ha cambiado drásticamente. La frustración, la
desesperación y el miedo, en lugar facilitar el auge de la extrema
derecha, se han canalizado "hacia la generación de espacios de
vinculación, apoyo y resistencia que…ayudan a superar la soledad, el
miedo y generan la fuerza colectiva para resistir y transformar la
realidad en la buena dirección".Manifrestación por la educación
pública, Madrid 2013

Desde que estalló la crisis financiera en 2008, esta ha ido
adquiriendo paulatinamente mayor calado e importancia. Lo que decían
que era solo un problema de liquidez financiera parece que acabará
siendo un punto de inflexión en la Historia contemporánea. La crisis
del sector financiero se convirtió en poco tiempo en crisis de las
finanzas estatales, debido a la presión política y la especulación
que el sector financiero ejerció sobre los Estados que los rescataron,
llevando a algunos de ellos a la quiebra, como Grecia, Portugal e
Irlanda. Estas políticas de rescates a bancos y de recortes el
movimiento de los Indignados (Documental: "El despertar de las
plazas") podrían llamarse perfectamente de expolio, y tienen el
objetivo de imponer el modelo neoliberal que concentra la riqueza a base
de desposeer y asfixiar a la ciudadanía.

Como decíamos, la crisis ha ido mutando sus adjetivos, pasando de
financiera a económica, social, ecológica y, finalmente, de
civilización. La indignación con este sistema devorador de personas y
del medio ambiente provocó revueltas sociales a partir de 2010 en el
norte de África, Europa y los Estados Unidos. Estas revueltas, a las
que se ha llamado Primavera Árabe, el despertar de las plazas, o
movimiento Occupy, que se extendieron por todo el país y otras
capitales europeas.

Los debates de las plazas en Europa y los Estados Unidos surgían de la
disconformidad con las 'democracias formales' en las que vivimos,
que en realidad se percibían como eso: democracias solo de nombre pero
no auténticas, en las que unos pocos tienen muchos privilegios a costa
de la mayoría. De ahí que aparecieran consignas como las del "Somos
el 99%" de Occupy o el "No nos representan" del 15M. En estos
debates se iniciaron propuestas para avanzar hacia un proyecto de
sociedad que profundice en la democracia en aspectos como conseguir la
participación en la toma de decisiones colectivas o públicas; la
exigencia de responsabilidades; mayor transparencia; cambios en la
economía hacia objetivos que nos sirvan a todos y todas y que compartan
mejor la riqueza generada; garantizar la protección, la inclusión, la
educación y los cuidados para todos y todas; y la creación de espacios
comunes en los que la solidaridad pueda florecer, buscando que el
sistema sea lo más armónico posible con la naturaleza.

Con estas ambiciones colectivas aparecieron asambleas y grupos que
trataban muchos de estos temas, por ejemplo movilizándose para defender
los espacios públicos ya existentes, como en el caso de la educación y
la sanidad públicas con plataformas como las Mareas Ciudadanas, o
iniciativas como Economía Sol y Seminari Taifa, que han promovido el
trabajo y el debate con el objetivo de impulsar alternativas más justas
y funcionales. En otras ocasiones, los grupos aparecieron para denunciar
los abusos y delitos en el sector bancario, como en el caso del
15MpaRato, que denunció las estafas cometidas por la dirección del
banco rescatado Bankia, u OpEuribor, que se centró en investigar y
denunciar la manipulación de los tipos de interés hipotecarios del
Euribor. Otras plataformas, entre las que destaca la Plataforma de
Afectados por la Hipoteca (PAH) en el Estado español y Strike Debt en
los Estados Unidos, se han dedicado a dar apoyo a los ciudadanos y
ciudadanas que asumieron deudas personales que les oprimen y que no
pueden pagar, por lo que son desahuciados de sus casas y acosados por
los bancos y las agencias de cobro en un momento en el que muchas
personas no tienen ningún ingreso, ni visos de tenerlo.

La PAH, que es un grupo clave en el actual momento de cambio, ha
destacado por su estrategia inteligente, que combina diferentes
objetivos y actividades. Su organización se ha basado en promover la
creación de grupos a nivel local (o de barrio en grandes ciudades), en
los que las personas amenazadas por el impago de hipotecas y los
desahucios se reúnen para expresarse, vincularse y encontrar
estrategias para resistir a esta opresión. Dentro de sus acciones,
destacan la resistencia a los desahucios con su presencia física y
ocupación. De esta forma se han evitado más de 1.000 desahucios desde
el inicio de la crisis (aunque, a pesar de ello, en el Estado español
se registran en estos momentos casi 200 desahucios al día). Otra
iniciativa se ha centrado en las ocupaciones, tanto de sucursales
bancarias para forzar negociaciones con los bancos desahuciadores, como
de edificios en propiedad de la SAREB o ‛banco malo' –una sociedad
creada por el Gobierno para comprar los activos tóxicos del sistema
financiero– con el fin de alojar a familias desahuciadas. Esta
iniciativa se conoce como Obra Social la PAH. La PAH también ha
intervenido en el ámbito institucional, llevando una Iniciativa
Legislativa Popular (ILP) al Congreso de los Diputados y solicitando la
dación en pago como opción para saldar las deudas hipotecarias, la
paralización de los desahucios y el alquiler social, con el apoyo de
1,4 millones de firmantes. A pesar de ello, la propuesta fue rechazada
por el Gobierno del Partido Popular (PP), con mayoría en el Gobierno,
que elaboró una nueva ley con ligeros cambio cosméticos que no
solucionaron ninguno de los problemas. Para presionar a los políticos
del PP, la PAH ha realizado distintas campañas de escrache,
consistentes en convocar concentraciones frente a los hogares de los
políticos y durante actos públicos de aquellos que se oponen a
realizar estos cambios, con el objetivo último de transmitirles el
malestar de los desahuciados.

Las movilizaciones contra la deuda pública ilegítima

La aparición de la Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda
(PACD) reunió a finales de 2011 a activistas con una larga tradición
en la lucha contra la deuda externa ilegítima en el Sur Global, como
integrantes de la red Quién debe a Quién y del Observatori del Deute
en la Globalització, junto con personas movilizadas por el estallido de
las plazas contra la presente crisis de la deuda pública, impuesta en
el Estado español. Esta Plataforma tomó desde el primer momento el
referente de las auditorías ciudadanas llevadas a cabo en Brasil y
Ecuador, en las que se analizaron las deudas del Estado para ver si su
origen era legítimo o si había sido generada en contra de las
intereses de la ciudadanía. Su objetivo es el de movilizar y
sensibilizar a la población para que participe en un proceso de
aprendizaje de los conceptos financieros básicos, de estudio de cómo
se contrae la deuda, de demanda de transparencia y de responsabilidades,
y finalmente de repudio de la deuda que la ciudadanía considere
ilegítima.

Para realizar estas acciones, la PACD ha llevado a cabo desde su
nacimiento un proceso colectivo de elaboración y debate sobre la
definición de deuda ilegítima. También ha realizado un proceso
similar para desarrollar un método de auditoría ciudadana en el que se
determine la legitimidad o ilegitimidad de la deuda, basándose en
trabajos previos realizados por la Comisión para la Auditoría Integral
del Crédito Público (CAIC) en Ecuador.

Para facilitar la compresión de este tema –que no es fácil–, se
han elaborado textos, exposiciones con dibujos y vídeos con formato
pedagógico, explicando cómo se generó la deuda en el periodo
reciente. Además, se han escrito informes técnicos de análisis de la
fiscalidad, de los rescates bancarios y, del gasto y la deuda militares.
Por otra parte, periódicamente se organizan charlas y conferencias, se
publican artículos en prensa y se realizan apariciones en los medios
para divulgar estos mecanismos que generan deuda ilegítima y para
promover la campaña por las auditorías ciudadanas y la
democratización de las finanzas públicas.

Recientemente también se han realizado campañas como
Multireferèndum, que aboga por consultar a la ciudadanía sobre si debe
pagarse la deuda ilegítima,o la organización de mociones contra la
deuda ilegítima en los ayuntamientos, generada por el Plan de Pago de
Proveedores, y que han sido aceptadas en varios municipios. Esto supone
una victoria simbólica importante, al introducir el concepto de
ilegitimidad de la deuda en el ámbito de la política institucional.

Otra iniciativa muy destacada enfocada a la transparencia y el
empoderamiento ciudadano en el ámbito municipal promovida por la PACD y
que ya se extiende por diferentes países de todo el mundo, es la de los
Observatorios Ciudadanos Municipales. Consiste en grupos de personas que
gestionan una web referente a su municipio, desarrollada con software
libre (y fácilmente replicable), que publica los presupuestos
municipales y promueve las consultas a los ayuntamientos por parte de
los ciudadanos y las ciudadanas. Esta iniciativa acaba de cumplir dos
años y ya está activa en varios municipios del Estado español, entre
los cuales Girona, Burgos, Lleida, Sabadell, Castelldefels y Terrassa.
Afortunadamente, la PACD no es la única iniciativa por las auditorías
ciudadanas; el movimiento se extiende por toda Europa y algunos Estados
del norte de África. Estos grupos forman la Red Internacional de
Auditorías Ciudadanas de la Deuda (ICAN, International Citizen Audit
Network), y se reúnen de forma periódica (en marzo de 2014 tuvo lugar
su IV Encuentro en Londres). Además, se comunican por internet de forma
habitual para compartir trabajo y organizar campañas conjuntas. La red
está formada por grupos como ELE de Grecia, Anglo is Not Our Debt de
Irlanda, Debt Resistor UK y Jubilee Debt Campaign del Reino Unido,
Iniciativa de Auditoria Cidadã à Divida Pública (IAC) en Portugal, Le
collectif pour un audit citoyen de la dette publique (CAC) en Francia, y
muchos otros.

El nuevo panorama político que viene

La confluencia de todas estas movilizaciones está evidenciando la
falta de legitimidad del sistema. Las movilizaciones y campañas de
resistencia y sensibilización, muy activas en el Estado español, han
dificultado, por ejemplo, el auge de la extrema derecha, como sucede en
otros Estados europeos donde estas movilizaciones no han sido tan
potentes. Esto es debido a la canalización de la frustración, la
desesperación y el miedo hacia la generación de espacios de
vinculación, apoyo y resistencia que, acompañados de un discurso que
permite una mejor comprensión de las causas y de los responsables
reales de los actuales problemas sociales, ayudan a superar la soledad,
el miedo y generan la fuerza colectiva para resistir y transformar la
realidad en la buena dirección. Se evita pues buscar falsos culpables
que sirvan para desviar la atención lejos de las élites políticas y
económicas, canalizando el miedo y la rabia hacia los más débiles,
como lo hace el fascismo.

Las mismas movilizaciones cuestionan el bipartidismo político que se
atrinchera en el parlamentarismo no participativo, que se extiende por
todas las democracias europeas. La legitimidad del régimen español
también es cuestionada desde Catalunya por la izquierda independentista
representada por grupos como la CUP o el Procés Constituent, que
persiguen, con voluntad emancipadora, la autodeterminación y
separación de los Países Catalanes con respecto al Estado español
para desarrollar un proyecto social más justo. Nuevas opciones
políticas como Podemos en el ámbito estatal o Guanyem Barcelona en el
ámbito municipal, que penetran el panorama de la política
institucional con sensibilidades, ideas y maneras de hacer surgidas de
las plazas, se suman a las alternativas que nos permiten ser optimistas.

El Estado español es un símbolo de este momento de incertidumbre e
inflexión. Su régimen, la monarquía apuntalada por una constitución
dudosa y un bipartidismo deslegitimado, se tambalea. En estos momentos,
las élites políticas y económicas del Estado fuerzan un intento de
imponer un nuevo rey, y de mantener el actual déficit democrático por
unas décadas más, realizando pequeños cambios políticos para lavar
la cara al régimen, y haciendo oídos sordos a las voces ciudadanas que
piden poder decidir. Este intento es una jugada desesperada para frenar
su caída y la cristalización de las protestas de los últimos años.
En esta ventana de oportunidad que se abre, debemos hacernos oír más
que nunca para que los sueños que se vislumbraban distantes en las
plazas pasen a ser la nueva realidad.


http://auditoriaciudadana.net/2014/07/24/los-movimientos-contra-la-deuda-en-el-estado-espanol/


*El artículo original fue publicado por la organización europea
Transnational Institute, a 30 de Junio de 2014, y firmado por Sergi
Cutillas, colaborador de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda

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